La propuesta actúa en el Paseo del Ebro, en el espacio comprendido entre el puen­te de Hierro y el puente de Piedra. La zona es un mirador privilegiado sobre el centro histórico de la ciudad de Lo­groño junto con el Ebro, los puentes, el bosque de ribera y la zona inundable. Por ello, se busca fortalecer esta relación con el espacio natural del río, el patrimonio y la historia del contexto.

Reflectere es un verbo del latin que está com­puesto del prefijo re- (hacia atrás) y el verbo flec­tere (doblar, desviar), o sea, volver hacia atrás. Con la intervención se pretende poner en valor el origen del edificio de la Casa de las Ciencias -el antiguo matadero municipal de la ciudad- planteando tres planos que recrean la antigua fachada desaparecida. Así como hacer hincapié en todos los elementos urbanos que conforman la historia del lugar, jugando con una serie de espejos que reflejan todo elemento de valor: los puentes, la vegeta­ción, el río Ebro, la torre del antiguo matadero, etc.

Se establece un diálogo entre el módulo cons­truido y su entorno:

En planta baja, el vacío generado por la es­tructura permite el paso paralelo al río, con la oportunidad de detenerse a disfrutar de la intervención, o bien continuar el recorrido di­rectamente, cruzando la misma. Aquí es donde podemos, incluso desde la llegada al módulo, empezar a disfrutar de las diferentes vistas desde una nueva perspectiva. Un espejo recuerda el puente que acabas de cruzar; otro te refleja a tí mismo con la ciudad de Logroño detrás ; otro refleja el agua del río en el cielo…
En cubierta de la intervención, a la cual acce­demos por una escalera incluida en una de las entradas que nos marca la estructura. Las prin­cipales experiencias te llevan a ver reflejada la torre del Museo de las Ciencias sobre ti ; a dis­frutar de las vistas al río Ebro y al centro histórico de Logroño en una cota mayor a la habitual ;y a verte reflejado a tí mismo, dentro de la interven­ción, conforme bajas las escaleras.