El local está situado en un edificio de oficinas del centro de Manresa y se reforma para convertirlo en un nuevo espacio de coworking.

Se conservan los altillos, se vacía el espacio y se modifica añadiendo mobiliario para conseguir un espacio luminoso y confortable. Estanterías, armarios, mesas y vegetación aportan color y textura al espacio liso dominado por la estructura de hormigón. Abedul, madera y acero son los principales elementos de construcción.

Se proponen dos espacios contiguos, un office y una sala de reuniones, con posibilidad de cerrarse con elementos ligeros y aislarse del resto de la zona de trabajo.